miércoles, 27 de octubre de 2010

Los martes, de nuevo cita con House

Septiembre, por lo general, es un mes de reencuentros. La tediosa vuelta, en muchos casos acompañada de la correspondiente depresión postvacacional, lo convierten en un periodo de cambios, adaptación y renovaciones. Lo mismo sucede con las series, que lanzan al mercado sus nuevas apuestas.  Es el caso del famoso médico del Princeton Plaisboro, que viene pisando fuerte con novedosas incorporaciones. Hospital, que por cierto, existe realmente en el condado de Princeton, de dónde es uno de los productores ejecutivos de la serie, Bryan Singer. La marcha de Trece, motivada por numerosos compromisos como las tres superproducciones en las que está participando, ha provocado cierto alboroto entre bambalinas en esta séptima temporada, además de muchos lamentos entre sus fans. A ella le sucederá la actriz Amber Tamblyn, conocida por sus inicios en Buffy cazavampiros o por su participación eventual en CSI Miami.A este fichaje se suman las colaboraciones de otros rostros conocidos, como la ex mujer de Steven Spielberg, Amy Irving, que ya ha aparecido en contables ocasiones en los televisores españoles con series como Alias. Pero sin duda, lo que más expectación está generando es la relación entre House, quien casualmente cumple años el mismo día que su personaje el 11 de junio, y Cuddy, el gancho más jugoso de esta nueva etapa. El episodio de ayer fue una muestra del giro de guión tan esperado por los televidentes, el "te amo" pronunciado por Hugh Laurie, abrió las puertas a una faceta nunca vista por el público, el "House amoroso". La incógnita se sitúa ahora en saber cuánto tiempo durará este cambio, hasta qué punto le han servido las artimañas de su terapeuta y si esto supone el final de la serie.
Ante este panorama, el resto de cadenas deberán sacar la artillería pesada, o por el contrario rendirse ante el tirón mediático de este melodrama procedimental. En la premier en Estados Unidos obtuvieron una cifra de 10,54 millones de espectadores, teniendo en cuenta que el último capítulo de Lost agrupó frente al televisor a tres millones más en el mismo territorio, no es un mal balance. Sin embargo, el estreno en España no ha cumplido con las mismas expectativas, 2.449.000 es la cifra que consiguió en la noche del martes. Los dos únicos escollos que se ha encontrado Cuatro en el camino son, por un lado, el partido que enfrentó al Ceuta contra el Barcelona en la Copa del Rey, que apenas le superó en 150.000 espectadores, y por otro, el programa de Telecinco Enemigos íntimos, el remake de Salsa Rosa o Dolce Vita, cuyos resultados en términos de audiencia apenas han pasado de 1.631.000. Otro dato curioso es que una franja importante de la audiencia es bastante fiel a los programas como Españoles en el mundo, compitiendo en la parrilla contra el resto. Sólo hay que observar como evoluciona el seguimiento de esta gran serie y para concluir otra anécdota, el casting que hizo Hugh Laurie para encarnar a este "genio cabroncete y un poco borde", como lo definen sus fans, lo consiguió a través de un video grabado en un cuarto de baño de un hotel en Namibia, mientras rodaba la película El vuelo del Fénix. "Era el único lugar con suficiente luz", explicó posteriormente.

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